Las bellas luces de las auroras boreales son el
resultado del choque de las eyecciones de masa solar contra la magnetosfera de
la Tierra.
En este fenómeno las partículas cargadas procedentes del Sol entran
en contacto con el campo magnético de nuestro planeta, chocan con los átomos de
oxígeno y nitrógeno convirtiendo la noche en un espectáculo de luces de
colores.
Sin embargo, aún quedaban algunos cabos sueltos en todo este proceso, como
por ejemplo, ¿cómo logran los electrones de la aurora boreal alcanzar
velocidades tan altas?, pues, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el
célebre MIT, ha analizado las interacciones de estas partículas solares con la
magnetosfera de la Tierra, y han descubierto que, la región activa
situada en el extremo de la magnetosfera de la Tierra es aproximadamente 1.000
veces más grande de lo que se pensaba. Lo que permite esta gran
aceleración de los electrones.
"Siempre habíamos pensado que la región activa del extremo
de la magnetosfera era muy pequeña. Pero ahora se ha demostrado que puede ser
muy grande, y puede acelerar muchos electrones", dice Jan
Egedal.
Los recientes descubrimientos y esta ampliación de la zona activa de nuestra
magnetosfera, permitirán conocer y predecir con más exactitud las corrientes
de alta energía de electrones procedentes del espacio, responsables de muchos de
los daños causados en satélites y telecomunicaciones.
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