Dicen, que un día se encontraron Enrique Urquijo y Joaquín Sabina en un bar, y que estando el primero en una fase bajo de ideas, le pidió a Joaquín que le echara una mano. Este, le escribió unas frases en una servilleta y le dijo que las continuara. Por otro lado, él mismo hizo lo suyo con esas frases, continuarlas, y cada uno por su lado, como dos genios que eran, parieron esto:

"Ojos de Gata"


 

 

 

"Y nos dieron las 10"

 

 

 

 

Fantásticos los dos.

 

Paúl Cezanne

Pintor post-impresionista que creó un puente entre el impresionismo y el cubismo; considerado el padre de la pintura moderna, su vida transcurre del 19 de enero de 1839 – 22 de octubre de 1906.

 

Paul Cezanne fue ignorado y trabajó en medio de un gran y profundo aislamiento.  

Pintor de pintores apreciado por muy pocos, apenas expuso y no confió jamás en el mundo del arte, sólo tuvo la admiración de algunos de sus más modernos contemporáneos y, por supuesto, el de las nuevas generaciones, como Picasso o Matisse que afirmaron: “Cézanne es el padre de todos nosotros”.

 La pintura de Cézanne se caracteriza por la comunión armoniosa entre naturalismo, expresión personal y orden pictórico. Sus pinceladas son muy características, a menudo repetitivas, sensibles y exploratorias; todas conjugadas para formar un conjunto complejo, representando lo que el ojo observa y al mismo tiempo, una abstracción.

 Ordena todo estructuralmente en formas simples y planos de color. Todo geometría.

Esta simultaneidad sería adoptada después por los cubistas. Fueron éstas  exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos, las que inspiraron a Picasso, Braque, Gris y otros.

 

Rompió las leyes de la perspectiva, combinando diversos puntos de vista en el cuadro, como vemos en este bodegón "Cesta con manzanas".

"Los jugadores de cartas"

En esta obra, la composición en su conjunto, presentan una estructura arquitectónica, compuesta por formas geométricas elementales.

" La montaña de Santa Victoria"

Los efectos de la luz sobre los colores del paisaje, solo le interesan por la capacidad de crear volúmenes.

Gracias a Pissarro conoció al "tío" Tanguy en París en el año 1873, un comerciante de colores que aceptaba cuadros como pago de los materiales que vendía a los pintores.

Su primera exposición individual fue 1895, organizada por Vollard, con 100 lienzos. Este marchante promocionó la obra de Cézanne con gran éxito durante los años siguientes, logrando así que subiera su cotización. Sus pinturas se hicieron muy conocidas y buscadas, obteniendo el respeto de una nueva generación de pintores.

 

 

Wislawa Szymborska

 

 

 

Bajo una pequeña estrella

 

 

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.

Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.
Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.
Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.
Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo.
Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero.
Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.
Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.
Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué.
Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana.
Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.
Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.
Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,
inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,
absuélveme, aunque fueras un ave disecada.
Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.
Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas.
Verdad, no me prestes demasiada atención.
Solemnidad, sé magnánima conmigo.
Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.
No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.
Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.
Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas.
Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido.
Habla, no me tomes a mal que tome prestadas

palabras patéticas y que me esfuerce

   después para que parezcan ligeras.

 

 

 

Wislawa Szymborska    (Premio Nobel de Literatura 1996)