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 El ... sin más.

Yo ... Con menos.

No hay más sin menos, ni menos sin más!!!

Sé que voy a quererte sin preguntas

sé que vas a quererme sin respuestas.

(M. Benedetti).

La muñeca viajera (F. Kafka)

Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia insólita. Paseando por el parque en Berlín escucha el llanto desconsolado de una niña pequeña, llamada Elsi. Al ver que nadie se acerca a ella para consolarla decide hacerlo él mismo. Hablando con ella descubre que las lágrimas de la pequeña son porque no sabe dónde está su muñeca Brigida.

La niña, Elsi, y Kafka buscan la muñeca sin éxito.

Para calmar a la pequeña le dijo que tal vez no se había perdido y se había ido de viaje. Como la niña insistiera y le preguntara cómo sabía eso, él le aseguró que había recibido una carta de ella, pero que había olvidado traerla consigo. Y le prometió llevarla al día siguiente.

La niña no debía estar triste, ya que la muñeca prometía escribirle una carta todos los días y él, sería el encargado de llevárselas.

–¿Y por qué le ha escrito a usted mi muñeca?

–Porque soy cartero de muñecas –dijo sin pestañear.

–Yo todavía no sé leer bien.

–¿Lo ves? Por eso es necesario el cartero de muñecas. Es un trabajo muy importante

La niña se despidió de Kafka hasta el día siguiente. 

Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando y, como aún no saber leer, él le lee la carta en voz alta. 

La muñeca lo lamenta mucho, dice, pero necesitaba salir y ver mundo: "Por favor no llores. Hice un viaje para ver el mundo, te escribiré sobre mis aventuras."

Cada día se acercaba con una carta distinta, enviada desde diferentes ciudades: Londres, París o el propio Berlín. Kafka le leía en voz alta las misivas, y fue una grata ilusión para la chiquilla,  Poco a poco la niña va calmándose entrando en un estado de infinita curiosidad.

Así comenzó una historia que continúa hasta el final de la vida de Kafka.

En sus encuentros, Kafka le leía las cartas de su muñeca cuidadosamente escritas con aventuras y conversaciones, narrando las peripecias de la extraordinaria muñeca desde todos los rincones del mundo que la niña consideraba adorables. La muñeca nunca se olvidaba de enviarle su amor a la niña, a la que recordaba y extrañaba. 

 Finalmente, en una carta le dice: “Tu misma comprenderás que en el futuro tendremos que renunciar a volver a vernos”, le escribe la muñeca a la niña. Que está feliz y viviendo en otro país. 

Como regalo el peculiar cartero premia a su amiga con una preciosa muñeca. Ella obviamente la ve diferente de la muñeca original   "No se parece en absoluto a mi muñeca", pero la aceptó de buen grado.

Un año después, Kafka murió.

Varios años después, la niña adulta encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen decía: Cada persona o cosa que amas es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente .

 

Un cuento es como el viento: viene de muy lejos y lo sentimos.