Escritos,noticias,poemas,Humor, música, pintura....Todo aquello que nos hace seguir y.

domingo, 7 de julio de 2019

El refugio del lobo marino


CUENTA HOMERO en La odisea que el dios Proteo dormía cada día en una “honda gruta” y allí vigilaba a las focas, “hijas de la hermosa Halosidne, que salen del espumoso mar exhalando el acerbo olor de las aguas profundísimas”.
Esta cita es una de las primeras referencias escritas sobre la presencia en el Mediterráneo de focas monje, también llamadas lobos marinos. De hecho, se sabe que en la Antigüedad miles de ejemplares vivían en playas situadas entre el estrecho de Gibraltar y el mar Negro, así como en la costa atlántica norteafricana.

 
 
Hoy en día están oficialmente extinguidos en España. Es uno de los mamíferos marinos más amenazados del planeta. Perseguidos durante siglos para obtener piel y grasa, en la actualidad solo sobreviven unos 700 individuos. La mitad de ellos se concentran en la península de Cabo Blanco, entre Mauritania y el Sáhara Occidental.

La buena noticia es que esta colonia se recupera de forma sostenida. Solo en 2018  nacieron más de 71 crías, la población es cada vez más viable. La experiencia mauritana ha permitido a los expertos comenzar a pensar en la creación de nuevas colonias en su antigua área de distribución para garantizar la supervivencia de la especie.
Los guardas recorren cada día los seis kilómetros de costa mauritana incluidos en la reserva para controlar la presencia de pescadores o cualquier otra anomalía. Es fácil verlas, basta asomarse a los acantilados.

Son animales muy curiosos y en cuanto detectan la presencia humana se acercan. Cada una tiene su nombre y, una de ellas, Sofía, está bautizada así por el interés de la Reina emérita de España en esta especie, es una de las estrellas de la colonia, pues fue la primera en décadas que nació en una playa a cielo abierto, en 2009.

En 1997 fue el año más trágico en la historia reciente del lobo marino, una marea roja casi acabó con ellos debido al crecimiento exponencial de una microalga que forma parte del fitoplancton y cuyas toxinas se acumulan en la cadena trófica,  en dos meses se  perdieron más de 200 ejemplares y la colonia se redujo a un centenar. La principal amenaza es la pesca. Hay muchas redes y los ejemplares juveniles pueden quedar atrapados.
 Existen otras dos poblaciones en el mundo, una entre Grecia y Turquía y otra en Madeira. Pero la de Cabo Blanco es la única con estructura colonial, el resto son pequeños grupos en islas difíciles de ver.


La geografía española está llena de referencias al pasado glorioso de la foca monje del Mediterráneo, cuyo nombre científico es Monachus monachus. Punta del Lobo, cueva del Lobo Marino o isla de Lobos son solo algunos de los topónimos que recuerdan su presencia. Cataluña, Levante, Baleares, donde era conocida como vell marí, Andalucía oriental y Canarias formaban parte del hábitat natural de este animal. La última foca monje de la que se tiene constancia en España fue el famoso Peluso en las islas Chafarinas, desaparecido en los años noventa, además del avistamiento de un ejemplar en Mallorca en 2008.

  
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario