El agua del mar

 Qué pasaría si el agua del mar se volviese dulce?

Las consecuencias serían inmediatas: cambios radicales en el clima, ecosistemas totalmente distintos y serios problemas en la generación de oxígeno, por lo que la vida en el planeta se limitaría.Este fenómeno cambiaría el clima global hasta el punto de sumir a Europa en una nueva era glacial. Al mismo tiempo subiría el nivel del mar, lo que provocaría la extinción de numerosa fauna marina.

Un cambio brusco en la salinidad del mar -por ejemplo, si se derritieran a la vez todos los glaciares, provocaría la interrupción de la corriente conocida como circulación termohalina. Se produce porque el agua densa y salada se hunde en las profundidades para iniciar un largo viaje submarino por todo el globo y reaparecer en forma de agua cálida y menos densa. Este circuito oceánico es el responsable de las condiciones atmosféricas que gozamos ahora en el planeta; si lo detenemos, estaremos induciendo a cambios en el clima mundial.

La concentración de sal en el agua del mar, la salinidad, es de aproximadamente 35 partes por mil, o lo que es lo mismo, un 3,5% del peso del agua del mar proviene de las sales disueltas. Según algunas estimaciones, si la sal en el océano pudiera eliminarse y distribuirse uniformemente sobre la superficie terrestre, se formaría una capa de más de 152 metros de espesor, aproximadamente la altura de un edificio de oficinas de 40 pisos.

El océano con más cantidad de sal es el Océano Pacífico, el más grande y profundo de todos. Esta gran concentración de agua tiene la mayor salinidad porque experimenta un gran exceso de evaporación, lo que deja el agua más densa y salada. 

Sin embargo, no todas las aguas marinas son iguales. Su salinidad varía según el mar, la zona y la profundidad… depende de varios factores, uno de ellos: la evaporación del agua del mar provocada por la energía solar, por flujos de agua dulce, por la profundidad del océano y en menor medida por las corrientes marinas y el oleaje...

Curiosos son los casos del Mar Báltico que tiene una salinidad de entre 6 y 18 gramos por litro, lo que técnicamente hace que no sea un mar de agua salada, sino de agua salobre. Y del Mar Caspio y del Mar Muerto que, aunque por sus nombres pueden crear confusión, en realidad son lagos. Lagos de agua no dulce, eso sí, ya que tienen unos niveles extremos de baja y alta salinidad respectivamente. El Mar Caspio tiene una salinidad de 12 gramos por litro, por lo tanto, es de agua salobre, y la salinidad del Mar Muerto oscila entre 350 y 370 gramos por litro, unos niveles enormemente superiores a los del agua de mar. Las aguas del Mar Muerto, además de por los niveles de hipersalinidad tan elevados que tiene, difiere también de las aguas marinas en la composición de sus sales.

En cualquier caso, a pesar de los desequilibrios locales que puedan darse en la salinidad del mar, a nivel global, el balance salino del mar es constante.

Para nuestros antepasados el mar representaba uno de los más insondables misterios de la faz de la Tierra.