El verano se despide con el susurro de días vividos al sol, de dulces y frescos aromas.
Entra el Otoño, con alharacas de hojas doradas bailando al viento, vistiendo el suelo con un tapiz de hojas doradas: ocres, rojas y amarillas, que invita a los árboles a comenzar su desnudez acariciados por la brisa, dejando sus ramas desnudas, humedecidas por gotas de lluvia.
La Tierra mojada de lluvias presente y pasadas, despide al Sol con un templado beso de agradecimiento.
El Otoño y su melancólica belleza, canta su melodía. Bienvenido.
