EL 18 de enero las campanas de Toledo repicaron de un
modo muy especial. Un concierto por los cielos, un puente sonoro desde unas 25
torres de la ciudad hasta los cigarrales, más allá del Tajo; se anunciaba, el IV
Centenario de la muerte de Domenicos Theotocopoulos, alias El Greco. El
griego de Toledo. Un pintor tan nuestro como exótico. Nuestro contemporáneo.
El Greco es, entre los grandes maestros de todos los
tiempos, el que más ha influido en la pintura del
siglo XX. Su obra está muy cerca de nuestra época.
Pintor del Siglo de Oro que nunca logró entrar en la corte. El Griego de Toledo, tal como fue conocido en su época, que llegó con 36 años a la ciudad para quedarse y realizar lo mejor de su obra, y, aunque nunca perdió sus raíces artísticas cretenses e italianas, su figura se convirtió a lo largo del siglo XX, en uno de los iconos más emblemáticos de Toledo.
tiempos, el que más ha influido en la pintura del
siglo XX. Su obra está muy cerca de nuestra época.
Pintor del Siglo de Oro que nunca logró entrar en la corte. El Griego de Toledo, tal como fue conocido en su época, que llegó con 36 años a la ciudad para quedarse y realizar lo mejor de su obra, y, aunque nunca perdió sus raíces artísticas cretenses e italianas, su figura se convirtió a lo largo del siglo XX, en uno de los iconos más emblemáticos de Toledo.
Lo que hace única a Toledo para esta conmemoración
no es solo la prodigiosa conservación del marco físico donde vivió y pintó El
Greco, sino la de ver sus obras en el mismo lugar para el que fueron
realizadas, y donde se encuentran desde hace más de 400 años, como: la Sacristía de la Catedral,
recién rehabilitada y con sus cuadros restaurados. “El expolio” considerada la
obra mejor conservada, primera composición que el artista pintó al llegar a
Toledo por encargo del Deán de la
Catedral. Las magníficas pinturas de Lucas Jordán del techo que han
recobrado vida. “El entierro del conde de Orgaz” en la iglesia de Sto. Tomé que
describe un leyenda local, el entierro …
Extraordinaria y gran exposición que no puede dejar de verse.