Cada nuevo año recuerdo aquello que me propuse hacer en el año que acaba y no hice, y una vez más me comprometo a cumplirlo.
Y es que, comenzar un nuevo año siempre es una excusa para proyectar deseos, y para este año que rompe aguas, pido subir un peldaño más, no bajarlo. Pido que se de solución al problema del hambre en el mundo. Pido y ruego que la solución de los problemas entre naciones no tenga que pasar por una guerra. Pido por los niños que son víctimas de maltrato, abuso sexual y abandono. Pido también a los gobernantes que sean conscientes de que no los hemos elegido para medirse entre si, sino para mejorar y salir de esta crisis. Pido que haya menos ricos y menos pobres. Pido seguir emocionándome, sorprendiéndome y sensibilizándome con el dolor ajeno.
También pido tener dinero, porque, como ya ha dicho alguien, es necesario ser práctico, y por lo menos una vez al año poner un poco de dinero delante de mi y decir: “Esto es mío” …sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.
Y para todos, como siempre, lo mejor. Que el 2012 sea venturoso y venga cargado de alegrías.
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!