El Chocolate.

Seguro que en estas fiestas nos hemos atiborrado de

dulces y entre ellos, de chocolate.
 

No se necesita una excusa para comer chocolate, a la

mayoría nos encanta y el secreto de que lo deseemos

está en que  tiene un sabor maravilloso, y la razón

 por las que el paladar y el chocolate se desean, es

 por la cantidad de productos químicos naturales y

 beneficiosos para nosotros que afectan nuestro

 estado de ánimo y que existen en el chocolate.
 

Hay una sustancia química particular que induce

 sentimientos asociados con el amor, se trata del

triptófano que nos hace felices.

 

El Triptófano, presente también en los huevos,

influye en los niveles de endorfinas en el cerebro

humano y aumenta la producción de serotonina, lo

que conduce a elevados estados de euforia. Dado que

hay una gran cantidad de triptófano en el chocolate,

tiene sentido que tengamos pasión por él.

 

 Los Mayas y Aztecas utilizaban granos de cacao como moneda.

Creían que el chocolate era la comida de los dioses.

Reyes aztecas y mayas bebían tazas de chocolate

caliente de forma regular y, el mágico grano de

cacao, tan valorado en la América precolombina, fue

utilizado como moneda. Cambiaban granos de cacao

por bienes y servicios.

 

También evita la caries dental. Aunque el chocolate

 está lleno de azúcar o edulcorante artificial y no es

bueno para los dientes, la realidad es, que el cacao

puro puede ayudar a prevenir la caries dental.

 

 

Ciertos productos químicos presentes en los granos

 de cacao combaten las bacterias nocivas en la boca.

La capacidad del chocolate para hacer frente a los

bichos microscópicos que viven en la superficie de

los dientes es tan eficaz, que algún día se podría

añadir a las pastas dentales y enjuagues bucales.


El chocolate también es amor químico. La feniletilamina, libera ciertas endorfinas de “placer” en el cerebro que hacen que la gente se sienta bien, similar a cómo se sienten cuando están locamente enamorados. …… los frutos secos también adoran el chocolate.

El chocolate fue el inspirador de la invención del microondas. El científico Percy Spencer, era un gran fan del chocolate. Después de pasar algún tiempo cerca de un aparato llamado magnetrón, se dio cuenta que,  la barra de chocolate que había estado guardando en el bolsillo se había convertido en papilla, y sacó conclusiones, y se dio cuenta de que los magnetrones podrían ser capaces de calentar la comida a rangos increíblemente rápidos, y así fue como nació el horno de microondas.