Manuel Machado, hermano de Antonio; fue un poeta de talla similar y de trayectoria paralela a la de su hermano. Su infancia, también transcurrió en un patio de Sevilla, en donde habría, al menos, un naranjo y un limonero.
Estudioso de todos los estilos del cante flamenco, -cante jondo-, escribió poemas que bien podrían haberse adaptado para la música de una guitarra española. Como esta: “La Copla”.
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.
-Manuel Machado- en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.
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