“Yo
creo que los libros se armonizan con nuestro estado de ánimo; si son lo que
necesitamos en ese momento, vibramos con ellos.”
“No, no…encariñarse con los personajes es fácil, me refiero
precisamente a los autores… ¿Uno que escribe no es como si estuviera hablando
contigo?… Yo, cuando leo, siento el acto de la escritura, su intencionalidad
como forma de comunicarse conmigo. Sin pensar en el contenido, percibo una
unión con esas personas y decido relacionarme con ellas al leer el libro.”
“Ocurrió que, al leer un libro, me consolé
mucho, porque la historia que se contaba en él era un poco mi historia, y me
parecía mágico que el escritor supiera cómo me sentía yo… Desde aquel momento,
comprendí lo importante que es leer.”
“Era una bellísima y profunda historia de
amor, pero había algo que no paraba de martirizarlo, algo agradable y huidizo
al mismo tiempo. Entonces hizo caso del primer pensamiento que se le pasó veloz
por la cabeza: he de regalar este libro a Clémentine.”
“ Te propongo algo: ¿te apetece que no nos
contemos nada que no queramos decir en nuestras llamadas de teléfono?”.
(Cristina Petit)
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