No era mi brazo lo que ella buscaba, sino el brazo de alguien.
No era mi calor lo que ella necesitaba, sino el calor de alguien.
Entonces sentía algo rayando en la culpabilidad por ser yo ese alguien.
-Haruki Murakami-
Si no quieres acabar en un manicomio, abre tu corazon y abandonate al curso natural de la vida.
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